El prusiano Karl Ernst Adolf Anderssen fue considerado después de su victoria en torneo de Londres de 1851 el jugador más fuerte del mundo durante cerca de una década, hasta que Morphy, en 1858, y Steinitz, en 1866, demostraron su superioridad sobre él.
Hombre de perfil bajo, modesto profesor de matemáticas y un solterón empedernido que vivía con su madre y una hermana también soltera, Anderssen se metamorfoseaba ante el tablero en un feroz atacante, maestro de los recursos tácticos sorprendentes y máximo exponente de la Escuela Romántica de Ajedrez. Dos de sus partidas, la «Inmortal» y la «Siempreviva», son quizá las más famosas partidas de ataque de todos los tiempos y han dejado una profunda huella en la cultura ajedrecística. Y en la popular. No es otra que la Inmortal la partida que aparece en la mítica película Blade Runner, por poner solo un ejemplo.
Sin embargo, la primera aportación de Anderssen al mundo del ajedrez fue más modesta: la publicación de un libro de problemas. Se trata de Aufgaben für Schachspieler nebst ihren Lösungen (Tareas para jugadores de ajedrez y sus soluciones) editado en Breslau, su ciudad natal, en 1842. El volumen reúne 60 composiciones y es valorado de forma muy positiva por la crítica especializada que ve en él un avance significativo hacia la moderna composición de problemas.
El problema número 11 del libro —no he podido resistirme a publicar el hermoso diagrama de la edición original— introduce lo que se ha venido en llamar en composición el «tema Anderssen», tema que podríamos definir de la siguiente forma: las blancas deben cerrar una línea con una pieza, evitando con esa jugada unas tablas por ahogado, para abrirla en la jugada inmediatamente posterior con la misma pieza dando mate al mismo tiempo. No están de acuerdo todos los especialistas si la pieza en cuestión debe ser el rey, aunque la mayoría así lo piensa.
Con estas claves, no debe ser muy difícil encontrar la solución del problema. Pero si aun así aquella se resistiera, el lector puede verla pinchando sobre la palabra solución que se encuentra debajo del siguiente diagrama.
Como curiosidad, se dice que este era el problema favorito del 1er Campeón del Mundo, Wilhelm Steinitz.
ADOLF ANDERSSEN
AUFGABEN FÜR SCHACHSPIELER, 1842
#4 (5+3)
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